
Unos meses atrás teníamos una vida "normal," para muchos los días eran tan ajetreado que aveces no alcanzaba el tiempo para esas múltiples actividades.
Los niños iban a las escuelas y podían disfrutar de una tarde llena de juegos y gritos en el parque, y ahora se encuentra tan vacío; pienso que de todo, eso es lo que más se extraña.
Los adultos íbamos de aquí para allá con una vida que creíamos casi perfecta;
Algunos pensaban que lo tenían todo y otros que no tenían nada, pero igual se quejaban. Y de pronto un dia todo cambio y dejamos de ser los que fuimos.
Una pandemia nos obligó a quedarnos en casa y nos guste o no, nos ha confrontado con nosotros mismos, aprendimos a mirarnos al espejo de una forma tan clara y transparente como nunca antes. Fué justo ahí en el encierro total y en el silencio absoluto que callamos nosotros pero gritó nuestra alma y nos mostró quienes somos en realidad y de una forma tan nítida nos hizo mirarnos a nosotros mismos y lo que descubrimos no fué nada lindo, es como si hubiéramos abierto una caja y la sorpresa fué inequívoca; cambiamos pero no para bien, decíamos ser cristianos pero nos olvidamos de la armonía y se enfrió el amor como recordándonos que ya son los últimos tiempos, que la venida de nuestro maestro está muy cerca, y cuando analizo todo esto descubro que quizás ahí está la respuesta de nuestras actitudes y del cambio que se suscitó en nosotros y que evidentemente nos hizo mucho daño. Y yo estoy segura que muchos no querrán admitir ésta responsabilidad, lo cual indica que si no cambiamos en ésta tragedia es muy probable que no cambiemos en ninguna.
La realidad es que éste acontecimiento nos pegó a todos por igual; a los que se creían "buenos" y a los "malos" que no sabían que éran buenos, porque a los que les faltaba humildad hacían sentir pequeños a los demás; y así pasó la vida en la viña del Señor. ¡Que bueno que Cristo no vino ántes! Porque quizás nuestra historia sería otra y muy triste sin lugar a duda....
definitivamente creo que no éramos tan perfectos como creíamos ser cuando nos ha tocado vivir algo tan insólito que no se vivía en 100 años.
Pero la buena noticia es que tenemos a un Dios misericordioso que nos recuerda cada día que siempre hay una oportunidad de renacer, de reconocer nuestros errores y querer cambiar.
Habrá quien piense que no podremos levantarnos de nuestras pérdidas en algunos, humanas, en otros emocionales y hasta financieras;
Pero Dios nos dice:
Levántate y resplandece.... Isaías 60:1 Porque mi poder se perfecciona en la debilidad.... 2 corintios 12:9 porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía... 2 Timoteo 1:7 porque siete veces cae el justo y vuelve a levantarse Proverbios 24:6 porque vendrá el enemigo como río mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él Isaías 59:19 Y porque... LOS QUE ESPERAN EN JEHOVÁ TENDRÁN NUEVAS FUERZAS Isaías 40:31
Que lo que hoy vivimos sea la fuerza que nos impulse a quitar los escombros y a edificar una nueva casa espiritual donde el Espíritu Santo pueda vivir eternamente. y que de ahora en adelante seamos más fuertes, más humanos y más hermanos. Yolanda Lara. Derechos reservados Enfoque a la Mujer.