Siempre que el espíritu malo atacaba a Saúl, David tocaba el arpa;
entonces el espíritu malo se alejaba y Saúl se sentía aliviado. (1 Samuel 16:21 TLA)
Desde hace miles de años se a dado a conocer la gran influencia que tiene
cierto tipo de música para situaciones específicas, los griegos fueron los
primeros en sistematizar el efecto de la música sobre la conducta humana,
decían que podía aliviar a los deprimidos y detener a los violentos. Los
filósofos antiguos desde Platón hasta Confucio y los descendientes de Israel
cantaban las alabanzas musicales y las usaban para calmar la tensión. Las
bandas militares utilizan la música para desarrollar confianza y coraje. Los
eventos deportivos proporcionan música para incitar el entusiasmo. Los niños en
la escuela usan música para memorizar el abecedario. Los centros comerciales
ponen música para atraer a los consumidores y mantenerlos en la tienda. Los
dentistas ponen música para calmar a los pacientes nerviosos. La investigación
moderna apoya la sabiduría convencional de que la música beneficia el estado de
ánimo y la confianza y se han llegado a crear terapias alternativas que tienen
como base la música, un ejemplo claro es la musicoterapia.
También es importante saber que la música así como puede provocar efectos
positivos en una persona o grupo, también puede causar efectos negativos, por
eso es importante elegir la música correcta así como elegimos nuestros
alimentos o incluso así como permitimos que tipo de personas queremos que nos
rodeen, ese grado de importancia debemos de darle.
Por dar un ejemplo, al elegir lo que queremos escuchar, las notas de una escala
mayor podría estimular más el movimiento, la alegría y el querer expresarse de
manera externa, mientras que las notas de escala menor se llegarían a
relacionar con la tristeza y con sentimientos muy profundos. Aunque esto
también depende de cómo toquemos esas notas (en relación a la velocidad y al
ritmo, el tipo de instrumento, el contexto, etc…), nuestro estados de ánimo
pueden variar e incluso interpretarse de modo diferente dependiendo de cada
individuo.
De igual manera es de gran importancia (cuando la música contiene letra) el
tipo de mensaje que nos está dando, debemos estar conscientes que lo que nos
está transmitiendo repercutirá en nuestras vidas.
La música es una herramienta que puede ser de gran utilidad para expresarte
cuando en ocasiones nos faltan palabras, puede ser una especie de catarsis, de
desahogo, cuando no pudimos expresarnos en el momento adecuado o sólo por que
no nos alcanzan las palabras.
En un artículo en donde explica como la música puede influir en nuestros
estados de ánimo, encontré esto, que te puede ser de ayuda también:
- El Tempo
Los tempos lentos, (entre 60 y 80 pulsos por minuto), te traen sensaciones
de:
Calma, serenidad, ternura, tristeza
Los tempos rápidos (entre 100 a 150 pulsos por minuto), traen sensaciones:
-Alegres, excitantes, vigorosas, el ritmo. Por otro lado loss ritmos lentos
provocan: Paz y serenidad
Los ritmos rápidos suelen producir:
La activación motora, la necesidad de exteriorizar sentimientos
- La altura
Las notas agudas, frecuentemente actúan sobre el sistema nervioso provocando
una actitud de alerta y aumento de los reflejos. Puede ayudarte a despertarte o
evitar que el cansancio te venza.
Los sonidos graves suelen producir efectos contrarios, facilitando una visión
pesimista o una tranquilidad extrema.
- La instrumentación
Los instrumentos de cuerda suelen ser expresivos y penetrantes, y son
recomendables tanto para cuando estás mal, como para cuando estás bien.
Los instrumentos de viento se destacan por su poder alegre y vivo, y son los
indicados para cuando te sientes mal.
Los instrumentos de percusión incitan a la acción y el movimiento, y son
perfectos para divertirte cuanto se sientes bien.
Si te gusta realmente la música, elige bien lo que vas a escuchar y si nunca
haz intentado esta práctica te invito a que comiences a utilizarla, busca la
música correcta y verás como tu estado de ánimo mejorará.
En 1 Samuel 16:16-23 y en muchas citas más en la Biblia podemos encontrar como
la música era utilizada con diferentes motivos, específicamente en la que
menciono, nos explica como David era instrumento de Dios a través de la música,
para que el rey Saúl se sintiera aliviado.
Esto nos confirma como Dios puede utilizar la música para que podamos ser
confortados, inspirados, tranquilizados o aliviados.
Lic. Dayan García Arguello