Dicen que la felicidad de una madre depende de la felicidad de sus hijos. Como madre, vives, respiras y te sacrificas por el bienestar de tus hijos. Verlos alcanzar el éxito es la mejor cosa en el mundo y verlos fracasar es desgarrador. Lo más importante es recordar que el amor que inviertes en tus hijos es lo que hace la diferencia, incluso si no ves los frutos en un principio.
Te regalamos 10 tips que te ayudarán a ser cada día mejor:
1. Apoya siempre a tus hijos y nunca te burles de sus intereses, pasatiempos o amigos. En lugar de eso, ayuda a tus hijos a alcanzar sus sueños dándoles el apoyo, el valor y la oportunidad para que lo hagan.
- No tienes que elegir lo qué deben hacer tus hijos, esa es su decisión, no la tuya. Ya tienes un impacto lo suficientemente fuerte en sus vidas. Puedes escoger a qué escuela van, que alimentos comen, la cantidad de dinero que les das cada semana. No te sobrepases.

3. Interésate por los intereses de tus hijos. Si a tu hijo le gusta la música, cómprale una guitarra y míralo tocar. Hazle preguntas, como cuál es su tipo de música favorito, cuál es su canción favorita, etc. Si a tu hija le interesa la moda, llévala de compras. Pregúntale qué es lo que más le gusta de la moda. No tengas miedo de preguntar, pero no te entrometas demasiado. También cuando llames a tus hijos y te respondan con un "¡Qué!" en un tono de voz agresivo, no les respondas y simplemente háblales cuando se hayan calmado. A veces cuando te responden de esa manera lo mejor es preguntarles si les pasa algo. Si te dicen que no les pasa nada significa que tienes que ir y ver qué les pasa, pero déjalos que se acerquen a ti a veces.
4. No siempre te restrinjas con el dinero. Desperdiciar dinero a diario no es la mejor forma de actuar, pero no le digas automáticamente no a todo lo que tus hijos te propongan. Si siempre dices que no seguido de una lección sobre cómo ahorrar dinero, tus hijos buscarán otras maneras de obtener lo que quieren. Cómprales algo pequeño de vez en cuando. Un detalle tan simple como comprarles dulces o golosinas en la tienda puede hacer la diferencia. De vez en cuando compra algo grande que de seguro quiera tu hijo. Sé generosa en los cumpleaños, tal vez puedas darles ese regalo que han pedido desde hace tiempo. También puedes llevarlo a comer en su sitio favorito, a ver una película y darle un regalo lindo de tu parte.
5. Asegúrate de estar siempre abierta al dialogo. Da lo mejor de ti para ser siempre una oyente buena y comprensiva. Saber que pueden ir con su madre para recibir consejos sobre sus amigos, ayuda con la tarea o simplemente un abrazo, es muy importante para los niños. No tener alguien con quien hablar puede hacer que tus hijos se escondan tras un caparazón, así que asegúrate de hablarles con regularidad acerca de cómo se sienten.
6. Ten la capacidad de admitir tus errores y no tengas miedo de pedir disculpas. Puede ser difícil, pero lo mejor es admitir tus errores y pedir disculpas. Así nadie se sentirá molesto porque mantienes una actitud terca y le enseñas a tus hijos que está bien cometer errores, además de la importancia de pedir disculpas. Simplemente cálmate, evalúa la situación y determina si lo que hiciste estuvo mal y por qué. Luego pide disculpas y explica por qué o cómo actuaste de esa forma. Una buena forma de empezar puede ser: "me gustaría pedir disculpas por como actúe antes, me di cuenta que estaba equivocada", luego explica la situación.
7. Respeta el amor de tus hijos por su otro padre. No debes sentir celos porque tus hijos aman a su papá, abuela(o), tío(a), primos, hermanos o amigos.
8. Ama a tus hijos más que a nada en el mundo. Sin amor hacia tus hijos, todo lo que hagas en tu vida no tendrá sentido. Comprende que ya sea que ames o no a tus hijos, ellos te amarán por siempre muy en el fondo de su corazón.
9. Haz que tus hijos se sientan especiales. Dale besos de buenas noches, abrazos y besos normales, deja que se sienten en tu rezago y demuéstrales tu amor compartiendo tus vivencias y sueños con palabras cariñosas y apodos (cariño, amor, etc).
10. Enséñales el camino de la Fe con el ejemplo. No solo los obligues a seguir una creencia o tus costumbres religiosas, enséñales el amor de Dios en tus acciones y en la vida familiar que desarrollas con ellos cada día. El llevarlo a fuerza a la iglesia solo les creará un rechazo hacia ella, pero enseñarles con amor desde pequeños y viendo la constancia que tu vives los ayudará a crear una verdadera relación con Dios.