Que tan grande es Dios?
Todas las tardes el pequeño Alejandro acostumbraba pasar tiempo con su abuelo.
Le parecían tan importantes las historias que el abuelo solia contarle, siempre le considero un hombre muy sabio, el cual siempre tenia una respuesta acertada a todas sus preguntas.
Una ocasión Alejandro le preguntó : -Abuelo, que tan grande es Dios?
-Siii, contesto el niño. Fijando sus ojos en el cielo azul.
-De que tamaño es?
-Uuuy Abue, es super chiquito!
mostrare los aviones cuando aterrizan.
-Pero abue, no has contestado mi pregunta. Replico el muchacho.
-Espera hijo, espera!
Cuando llegan al aeropuerto, el abuelo le señala un avión
-De que tamaño es ese avión, Alejandro?
-Uy, abuelito este esta super grandote!
-No, hijo, es del mismo tamaño que aquel avión que viste en el cielo, y dijiste que estaba super chiquito.
-No puede ser abuelo, aquel se veía muy chiquito y este esta grande, grande!
-Mira hijo te voy a explicar, el tamaño del avión es el mismo, lo que hace la diferencia es de que distancia lo ves tu. Si estas muy lejos del avión, lo veras muy pequeño, pero si estas cerca lo veras muy grande. Comprendes esto?
-Si, abuelito, tienes razón, es depende de la distancia que yo este de el.
-Exactamente!....... Lo mismo sucede con Dios. Tu me hiciste la pregunta que, que tan grande es el.
Y la respuesta es la misma, tu veras a Dios depende de la distancia que estes de el, si estas cerca de el, lo veras grande, pero si estas muy lejos lo veras muy pequeño.
Esto es una realidad, en ocasiones dudamos del gran poder de Dios, porque no tenemos una cercanía con el, le conocemos a través de películas o canciones que hablan de el, inclusive le conocemos solo a través de predicas,o de lo que otros dicen de el.
Sabemos que existe un Dios en el cielo, pero vivimos a nuestra manera, y a la hora de la prueba nos sentimos abandonados, pues no podemos confiar en quien no conocemos. porque hemos mantenido nuestra vida muy lejos del señor.
Pero déjame compartirte algo, la voluntad de Dios es que tu y yo vivamos muy cerca de el,
que disfrutemos su compañía, y cuando te encuentres en aflicción puedas comprobar que tienes un Dios grande, que todo lo puede.
Acercate a mi, dice el Señor y yo me acercaré a ti. Santiago 4:8
Bendiciones
Pastora Susana Arteaga.
