A lo largo de la historia nuestra tierra ha sido azotada por el pecado y la rebelión, vemos con tristeza que en la actualidad, hay un desenfreno total, de inmoralidad, odio, racismo, Violencia, y corrupción. Aunado a esto las malas decisiones de nuestros gobernantes también afectan nuestra sociedad.
La desobediencia y la falta de sometimiento a la palabra de Dios da como resultado una tierra enferma, trayendo consigo muchas consecuencias tristes y dolorosas. Y tal parece que nuestro mundo se esta cayendo en pedazos.
Mi pregunta y preocupación es esta, que futuro les espera a nuestros hijos?!
Estudiando la palabra de Dios nos damos cuenta que la responsabilidad recae principalmente sobre el pueblo de Dios, quien ha olvidado su principal propósito aquí en la tierra, y lamentablemente esta cayendo en una apatía espiritual, un conformismo, una constante competencia los unos con los otros.
Pero Dios espera que su pueblo, aquel que fue rescatado con su sangre preciosa, Se levante, y se ponga en la brecha para interceder por nuestra tierra enferma, y no es la tierra en si, mas bien son los moradores de la tierra los que necesitan hacer un alto y reconocer que el unico que trae sanidad a esta comunidad doliente, es Jesus el hijo de Dios. El es el unico que puede transformar las mentes perversas y los corazones resentidos.
Pero sucede todo lo contrario, el ser humano le ha dado la espalda a Dios, tomando sus propios caminos. Y considerándose sabios en su propia opinión.
Cuando tenemos un dolor físico, vamos al medico y el nos da una receta con el medicamento necesario y sus respectivas indicaciones sobre como debemos cuidarnos.
Asi mismo para nuestra tierra enferma, su propio creador nos da una receta y ésta la encontramos en el 2o libro de Cr. 7;14. Y aunque originalmente se le da al pueblo de Israel esta escritura, es aplicable al pueblo de cualquier generacion. Especificamente al pueblo de Dios. Y dice asi: Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos,.........
Aquí, en esta parte encontramos 4 Requisitos que nosotros como sus hijos debemos cumplir para ver nuestra tierra sana.
1- Humillación: Humillarse es reconocer nuestra pobreza espiritual, es tener hambre y sed de justicia.
2- Oración: El pueblo debe clamar a Dios desesperadamente por misericordia. Debe Orar sin cesar.
3- Busqueda de Dios: volverse diligentemente al Señor, anhelar su presencia. 4 Conversión. Un arrepentimiento genuino, es abandonar nuestra mala conducta. Como dice este mismo verso en la traduccion actual. "Si mi pueblo que lleva mi nombre, se humilla, ora, me busca y abandona su mala conducta..... Que sucederá?
Sucederá algo maravilloso! Cuando nosotros cumplamos estos 4 requisitos, Dios cumpliriá su triple promesa mencionada en la segunda parte de este verso. Y dice Entonces yo oire desde los cielos, Perdonare sus pecados y sanare su tierra.
Toda enfermedad en el ser humano tiene síntomas.
Asimismo la rebeldia, el pecado, la maldad, la desobediencia, el odio, el desinteres por las cosas de Dios. Etc. Son los síntomas de una tierra enferma.
Lo glorioso es que la misma palabra nos da la solución para disfrutar de una tierra sana, una tierra próspera, y llena de la gloria de Dios.
Para un enfermo habrá una receta, pero para el pecado solamente la gracia de Dios es suficiente.
Vuelvanse a mi y yo me volvere a vosotros. Dice el Señor.
Yo sanaré su rebelión y les amaré de pura gracia. Oseas 14 4.