sábado, 18 de noviembre de 2017

Agradecimiento 365


“Agradecimiento 365”

La mañana era helada, mi cabeza con la sensación de estallar por una migraña, el cuerpo débil, un sentimiento de abandono, con un sentir de seguir durmiendo y no pensar en aquellas cosas que se habían desarrollado aquella semana.

Esa ultima semana no había sido nada fácil. Se habían levantado situaciones difíciles a mi alrededor. Me sentía en verdad como lo describió el salmista en el Salmo 22:12.  El dice en esa porción: “Me rodearon fuertes toros de Basán”. Esa porción de la Escritura había sido lo que había leído la noche anterior, y que había cautivado mi atención, pues me había identificado con ella.
Pero en medio de la lobreguez que me había querido invadir aquella mañana, recordé algo que cautivó con violencia mi atención, y es los siguiente: que Basán había sido la ciudad del gran Rey Og, el ultimo rey gigante, cuya cama era de hierro y media 4 metros de largo. Pensé en lo fuerte que los toros de esa región habían de haber sido, eran tan imponentes como sus moradores los gigantes? 

Detuve el pensamiento para tomar un vistazo hacia afuera por mi ventana, al observar a traves de la celosía que da hacia una área arboleada en la parte trasera de mi casa. Lo que mis ojos observaron fue el bello crepúsculo que aun se dejaba ver, recién estaba amaneciendo.
Que belleza, que artista más excelente es El Señor que hermoso poder experimentar tal belleza en esa mañana!.
Me dí cuenta que vivía, que respiraba, que podía contemplar la belleza de la creación visible. Que esto visible es la expresión del Invisible!
En aquel mismo momento todo mi ser fue invadido por la presencia del Señor. El Espíritu Santo había traído a mi corazón una afirmación de su compañía y que mi victoria se evidenciaría, aunque aun no la miraban mis ojos naturales. Que del mismo modo que el alba se manifestaba y hablaba de aquél que sustenta todas las cosas, también habría un relucir de El en medio de mi circunstancia. Su  presencia en aquella mañana a mi lado era suficiente, aunque fuertes toros me hubiesen rodeado.

El Señor me llevó una vez mas al Salmo 22 y me di cuenta que mas adelante David no termina su salmo en derrota ni en aflicción, si no mas bien en victoria y en alabanza.
Aquella región, Basán, que era conocida por sus verdes pastizales, campos llenos de ganado gordo, fuertes, y por magistrales hombres, había sido sometida y despojada desde hace mucho tiempo por el Dios de Israel.
El Señor le había permitido a Moises conquistar aquella región, y esto había llegado a ser proverbio entre las naciones enemigas del pueblo santo. Temor se había apoderado de las siete naciones cananeas, que el Señor había mandado al pueblo a echar fuera y conquistar. Fue precisamente por causa de la derrota que había padecido Og frente a aquel pueblo, que todos temblaban. Aquel pueblo una vez esclavo, subyugado, en temor, sin esperanza ahora avanzaba Liberto y con un espíritu de conquista derribando a sus enemigos y todos los que se le afrentaban. 

Esto no fue lo más glorioso que el Espíritu Santo me mostró aquella mañana, Si no que el santo escritor no hablaba en este salmo de si mismo, sino de alguien más, su dedo apuntaba a uno mayor, al Mesias. Fue el Señor Jesucristo quien se sintió de
esta manera cuando pendía de la cruz. Cuando el castigo de mi paz fue echado sobre el. Cuando el moría para yo poder vivir. Cuando sufrió llagas para yo poder sanar. Cuando el clamó Eli, Eli lema sabachtani, que traducido es Dios mío, Dios mío porque me has desamparado. Cuando el se encontró desamparado para que yo, no solo esa mañana, pero siempre me encontrara acompañada. Fue exactamente en ese momento en aquella mañana de comienzos de invierno que pude entender que mi agradecimiento debe ser uno de 365. 

El agradecimiento no depende de las circunstancias que hoy me rodean a mi, si no de las que rodearon a Yeshua en el Gologota, las cuales el triunfante enfrento por amor a la raza humana que estaba condenada y perdida en sus delitos y pecados.
El agradecimiento 365 consiste en poder estar agradecidos los 365 dias del año no por lo que el esta haciendo, o por lo que hará, si no mas bien por lo que ya hizo.
Toda buena dádiva y todo don perfecto descendieron del cielo y se nos fueron otorgados hace 2000 años atrás en Jesus Podemos tener esperanza, confianza, paz y agradecimiento en cada circunstancia, aún en aquellas difíciles y no gratas, podemos creer que abundarán para nuestra bendición y ensanchamiento.
Debemos tener la certeza que el está al tanto de todo, y que todo marcha de acuerdo a sus bondadosos propósitos eternos para nosotros! El escritor inspirado por El Espíritu Santo nos dice en Hebreos 12:2 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el [gozo} puesto delante de El [soportó} la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios”. La invitación es a no quitar nuestra mirada de Aquel, quien es el blanco. Mirándole a el, puesto los ojos en la cruz, jamás nos sentiremos despojados o faltos de ningún bien. Al contrario nos encontraremos acompañados, provistos, vestidos, protegidos, y amparados. Hoy podemos dar gracias mirando al Calvario, pero no solo hoy, sino mañana y siempre!¨

Escrito por
Pastora Maira Ortiz



La Pastora Maira junto a su esposo Julio Ortiz, pastorean MJET
Ministerio Jesus el todopoderoso, en Austin, Tx.
Ademas dirije el Ministerio de Mujeres Portadoras de su gloria.
Es una excelente conferencista y expositora de la palabra de Dios. 
                                                          Enfoque a la Mujer.