En este mundo tan incierto, lo unico que nos sostiene es nuestra esperanza en Jesus.
Es como la hierba que crece junto a la acera que se niega a morir.
Esta aunque se arranque, volvera a brotar! No hay herbicida que la destruya; ni capa de concreto que la ahoge. Con el tiempo saldra de alguna grieta y superara las circunstancias adversas que amenazaron con erradicarla. Porque la gloriosa promesa es: Que tu estas destinada a florecer.