martes, 9 de febrero de 2016

Su creación es perfecta



Cuando se está embarazada es muy común escuchar la frase: “Lo que sea, nada más que venga sanito” Y sin duda alguna esta frase indica el deseo sincero de que todo resulte bien. Sin embargo y pese a los buenos deseos de todos,  hay ocasiones en las que no todo marcha como debiera.

De pronto te encuentras con un hermoso bebé en brazos que es diferente y aunque inmediatamente le ames tal cual es,  te asaltan miedos, dudas e incertidumbres e incluso reclamas en algún momento al hacedor de todas las cosas... ¿a caso se equivocó?
Y secretamente deseas hacerte inmune a las miradas curiosas,  en lugar de ello le haces ver a tu pequeño que al ser distinto llama la atención de todos a su alrededor. Y quisieras hacerlo todo por el para que no se canse, pero las lecciones que debe aprender para sobrevivir tienen que ser a base de prácticas.

En ocasiones querrás dejar de lado la disciplina pero recapacitas al recordar que esto estará forjando su carácter.

Cuando el ánimo decae, tendrás que sacar fuerza para convencerle que la autocompasión no ayuda en lo más mínimo.  La fortaleza y el dominio propio le han sido incluidas desde la concepción misma.


Y entonces descubres que has sido tu quien todos los dias aprendes lecciones de él, ya sea de tenacidad o de paciencia o de diversión genuina y no concibes uno solo de tus días sin ese hijo o esa hija "especial" que tienes a tu lado. Y es entonces cuando comprendes que Dios jamás se equivoca y que su creación es perfecta.

(Dedicado a todas las madres que han sido elegidas por Dios para levantar y educar a pequeños que son diferentes ante una sociedad que necesita conocer del amor de Dios a través de ellos)