
CRECIENDO CON MI HIJO
Proverbios 22:6 “Dirige a tus hijos por el camino correcto y
cuando sean mayores no lo abandonaran”
Mucho hemos leído este verso de la biblia y de inmediato nos
imaginamos el camino espiritual, y si en verdad, se refiere al camino espiritual,
nunca está de más educar a nuestros hijos en todos los ámbitos de la vida para
que como dice la palabra de Dios, “no se
aparte del camino” y disfrutemos de una vida de armonía con ellos.
Y es cuando surge la pregunta ¿Cómo educarlo? ¿Acaso no lo
sé hacer si soy su mamá? O escuchamos
comentarios como “nadie nace sabiendo ser padre” “no te preocupes sobre la
marcha se va dando” si es verdad esas afirmaciones pero si como padres nos
ocupamos de saber y conocer a grandes rasgos el desarrollo emocional de
nuestros hijos, como son sus etapas conforme va creciendo, como aprende en cada
parte o edad en su vida, nos seria mucho más fácil ayudarlo, orientarlo y
educarlo no solo en la vida secular sino también con amor guiarlo en su vida
espiritual. Presento a continuación las cuatro etapas del desarrollo según Jean Piageth uno de los psicólogos más importantes de la historia.
1. Etapa sensorio
- motora o sensorio motriz
Se trata de la primera fase en el desarrollo
cognitivo, y para Piaget tiene lugar entre el momento del nacimiento y la
aparición del lenguaje articulado en oraciones simples (hacia los dos años
de edad).
Lo que define esta etapa es la obtención de conocimiento a partir de la interacción física con el entorno inmediato. Así pues, el desarrollo cognitivo se articula mediante juegos de experimentación, muchas veces involuntarios en un inicio, en los que se asocian ciertas experiencias con interacciones con objetos, personas y animales cercanos.
En esta etapa de la vida los niños se muestran un comportamiento egocéntrico, en donde ellos son el centro de atención y todo gira en torno a ellos, es muy importante en esta etapa estar en constante atención estimulando en nuestros hijos su capacidad de percepción que sepan que estamos ahí para ellos y a la vez estimularlos a realizar pequeñas cosas que ayuden a su desarrollo. Hablar mucho con ellos, enseñarles diferentes texturas, que las toquen sonidos suaves palabras cortas las más básicas.
Esta
etapa para mi es la más importante, en mi experiencia es aquí donde nosotros
podemos hacer de nuestros hijos las personas que queremos que sean, ya que aquí
aunque aun son egocéntricos va formándose su carácter, ya que son capaces de
ponerse en el lugar del otro empiezan a identificar sentimientos de empatía y
si los estimulamos en esa dirección ellos serán unas personas tremendamente
compartidas y serviciales.
3. Etapa de las
operaciones concretas
Etapa difícil en la vida de nuestros hijos y la
nuestra también, empieza la rebeldía, “ellos son grandes”, y lo mas difícil, no
quieren ir a la iglesia… gran dolor de cabeza para nosotros, calma, podemos
negociar con ellos, pero marcar muy bien los limites que queremos y deben
manejar, nunca se le dice no al joven tampoco se les dice cuando, eso es un
buen freno y si desde las edades previas estuvimos presentes, no tendremos
problemas de comunicación con ellos, pero si por los afanes del trabajo y los
roles de la vida nos vimos un poco distantes, es una buena hora para tomar las
riendas y dirigir esa flecha que parece que va volando con tanta fuerza que
nada la detendrá, y una buena forma es negociar siempre marcando muy bien los
limites de todo.
Aquí nuestros hijos son ya unas personas con
opinión y decisiones propias, es una etapa donde si son jóvenes podemos
orientarlos a decidir de manera correcta su carrera, su trabajo, y nos permiten
opinar en sus cosas personales. Son adultos responsables y con un alto sentido
moral, si estamos con ellos desde su mas tierna infancia.
Maestra Cynthia Gudino
Lo que define esta etapa es la obtención de conocimiento a partir de la interacción física con el entorno inmediato. Así pues, el desarrollo cognitivo se articula mediante juegos de experimentación, muchas veces involuntarios en un inicio, en los que se asocian ciertas experiencias con interacciones con objetos, personas y animales cercanos.
En esta etapa de la vida los niños se muestran un comportamiento egocéntrico, en donde ellos son el centro de atención y todo gira en torno a ellos, es muy importante en esta etapa estar en constante atención estimulando en nuestros hijos su capacidad de percepción que sepan que estamos ahí para ellos y a la vez estimularlos a realizar pequeñas cosas que ayuden a su desarrollo. Hablar mucho con ellos, enseñarles diferentes texturas, que las toquen sonidos suaves palabras cortas las más básicas.
2. Etapa preoperacional
La
segunda etapa del desarrollo cognitivo según Piaget aparece más o menos
entre los dos y los siete años.
Las
personas que se encuentran en la fase preoperacional empiezan a ganar la
capacidad de ponerse en el lugar de los demás, actuar y jugar siguiendo roles
ficticios y
utilizar objetos de carácter simbólico. Sin embargo, el egocentrismo sigue
estando muy presente en esta fase, lo cual se traduce en serias dificultades
para acceder a pensamientos y reflexiones de tipo relativamente abstracto.

Aproximadamente entre los siete y
los doce años de edad se
accede al estadio de las operaciones concretas, una etapa de desarrollo
cognitivo en el que empieza a usarse la lógica para llegar a conclusiones
válidas, siempre y cuando las premisas desde las que se parte tengan que ver
con situaciones concretas y no abstractas. Además, los sistemas de categorías
para clasificar aspectos de la realidad se vuelven notablemente más complejos
en esta etapa, y el estilo de pensamiento deja de ser tan marcadamente
egocéntrico.

4. Etapa de las operaciones formales
La fase de las operaciones formales es la
última de las etapas de desarrollo cognitivo propuestas por Piaget, y aparece desde los doce años de edad en adelante, incluyendo
la vida adulta.

Nuestros hijos son joyas preciadas para Dios
salmo 127:3 “herencia del Señor son los hijos, cosa de estima el fruto del
vientre” ayudemos en su desarrollo, crezcamos con ellos desarrollemos nuestro
amor de padres con ellos y gocemos de la bendición de ver el gran amor que
ellos no tienen por todo lo que nosotros dimos a su vida, y serán bendecidos
ellos en gran manera.
Maestra Cynthia Gudino