domingo, 13 de mayo de 2018

UNA HEROINA SIN CAPA. Susanna Wesley.


      Wonder Woman


De niña me fascinaban las historias de  mujeres fuertes, mujeres que tenían super poderes. Es entonces cuando me converti en fan de la mujer maravilla. La famosa wonder woman, que peleaba por la justicia, el amor y la igualdad, que no se dejaba intimidar por nada y siempre salía victoriosa. Ella como muchas otras que portaban sus armas invencibles, su corona o su capa eran personajes muy interesantes si, pero eran ficticias. 




Con el paso de los años he estado mas interesada en investigar sobre las biografías de grandes mujeres reales que han dejado huella, y han aportado mucho a la humanidad.
Y aunque no poseen  super poderes, ni una corona de oro o una capa espectacular, han logrado influir positivamente a muchas generaciones. 

Una de las historias que mas me ha impactado es la de una joven que se casó a los 19 años, dió a luz a 19 hijos, de ellos le sobrevivieron 10. A pesar de vivir en constante crisis económica, enfrentar enfermedades de sus hijos, inclusive la muerte de algunos de ellos, siempre mantuvo su propósito bien definido como madre. 

Sus días también tenian 24 horas pero aun asi, se organizaba de una manera asombrosa, dedicaba 6 horas cada dia para enseñar a sus hijos, les impartia clases seculares y también les enseñaba sobre el temor a Dios. Tambien invertía una hora para instruir particularmente a cada uno de ellos.

Además cada dia separaba un tiempo para estar a solas con Dios por la mañana y por la tarde.
También inició una iglesia en su casa sus hijos eran su congregación, pero mas tarde los vecinos se empezaron a agregar al grupo, a quienes dirigía en oración. 
Todo esto  sin mencionar sus quehaceres domésticos, la preparación de los alimentos y otras actividades que requiere un hogar con una familia numerosa.

Algo que me llama mucho la atención de esta mujer es que en determinados momentos del dia ella suspendia sus labores y colocaba su delantal sobre su cabeza, era un mensaje clave para sus hijos, ellos sabían que era el momento de dejar sola a mamá, (Era tiempo de hablar con Dios), solo el era la fuente de su fortaleza y sabiduría. Ella se había responsabilizado por las almas de sus hijos, y estaba consciente que no lo lograría en sus propias fuerzas, necesitaba revestirse dia a dia de la gracia transformadora del padre. 

Su nombre Susanna Wesley, vivió en Inglaterra en el siglo 18 y se casó con el pastor Samuel Wesley, quien constantemente estaba ausente debido al ministerio.
Cada oración a favor de sus hijos, cada semilla que sembraba en el corazón de ellos dio un increíble fruto que traspasó froneras e impactó generaciones hasta el dia de hoy. 
Susanna Wesley fue una mujer inteligente y apasionada por el estudio, autora de varios libros y comentarios, que escribió para su uso, fueron sus métodos para discipular a sus hijos.


Todos sus hijos fueron preparados academica y espiritualmente entre ellos destacaron Jhonn y Charles Wesley. 
Jhonn Wesley fue un teólogo del siglo 18 a quien se le atribuye el avivamiento que con el tiempo se convirtió en la iglesia Metodista.
Charles Wesley fue el autor de muchísimos cantos inspiradores que han bendecido a muchas generaciones a lo largo de la historia.
Pero de donde vino ese profundo amor por Cristo, y esa pasión por predicar la palabra?
El resultado solo podia venir de una madre que lo dio todo, que dedicó 20 años de su vida exclusivamente a la formación de sus hijos, quien no solo impartió conocimiento, sino también les predicó con su vida.

Estas son las verdaderas heroínas, que aun sin portar una capa moldean cada hijo y lo envían a la sociedad con las herramientas necesarias para transformar otras vidas que no tienen esperanza.
Susanna Wesley no tenia una capa pero tenia un delantal que usaba para cubrir su cabeza, era como alejarse del mundo exterior  y envolverse en la presencia de Dios, reconocia que solo con su ayuda podría cumplir dia a dia su propósito divino en la tierra. 
Pues nunca olvidemos que el primer ministerio de una madre son sus hijos.  

Asi como Susanna Wesley en cada hogar se encuentra una heroína sin capa, que prepara sus armas para la batalla, guerrea, intercede, gime, y llora, declara hijos de promesa, siervos de Dios, generaciones libres de pecado, libres de droga, libres de vicios. 
Una heroína que se pone en la brecha para defender lo que es suyo y vigila cuidadosamente que cada hijo cumpla su propósito para el cual fue creado, aunque para ello tenga que dar la vida.
Tal vez no recibirá premios, coronas ni trofeos, pero muy pronto cosechará lo que con lagrimas ha sembrado. 
Tu eres una heroína sin capa, mantente con firmeza en la batalla, has sido herida, pero no vencida. 
Invierte tiempo en tus hijos, tiempo de calidad, esa es la clave.

Quiza nadie reconozca tu esfuerzo, tal vez nadie te premie, pero ante Dios habrás cumplido con tu ministerio.
Nunca olvides que su gracia siempre serå suficiente para continuar.

Bendiciones 
Susana Arteaga.
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